jueves, 9 de mayo de 2013

PACO JÉMEZ: REY DE LOS MORTALES



El fútbol tiene cosas fascinantes y es por eso que nos apasiona sobremanera. Cuando se supone que siempre deben ganar los mismos por plantilla y presupuesto, hay veces en las que aparece un equipo que pone todo patas arriba. Es cierto que esto no suele suceder pero cuando ocurre nos invade una sensación de orgullo y en la mayoría de ocasiones nos solemos sentir identificados con dicho equipo.

Normalmente esas gestas van acompañadas de un gran entrenador. Un tipo con ideas claras y que sabe a lo que quiere jugar. No tiene porqué proponer un juego que deslumbre sino más bien una idea de fútbol que compartan todos los jugadores. Eso sí, si un equipo modesto es capaz, además de ganar, de hacer un fútbol vistoso entonces la cosa se vuelve aún más admirable si cabe.

Pues bien, un buen ejemplo de un equipo y un entrenador así es el del actual Rayo Vallecano y Paco Jémez. Todos sabemos que el Rayo no va a ganar nada y que posiblemente ni siquiera se meta en Europa, pero lo que ha hecho ya es bastante. Un equipo que estaba condenado a pelear por la salvación desde la jornada uno ha conseguido colarse en la zona noble de la tabla con una plantilla hecha a base de retales y un par de canteranos.

Y gran parte de la culpa de esto la tiene su entrenador. Paco Jémez es un hombre sin experiencia en la máxima categoría de nuestro fútbol pero con un sentido del espectáculo y del buen juego que han llevado al Rayito a hacer una enorme temporada. La valentía de este hombre y su obsesión por salir con el balón jugado y sin dar un pelotazo, incluso a riesgo de salir goleado, ha llevado al conjunto vallecano a ser considerado uno de los equipos que juegan un fútbol más alegre de la Primera División. Y hay que admitir que el bueno de Paco tuvo sus errores, pero como el gran entrenador que es supo corregir y buscar una solución, como cuando utilizó en varios partidos al comienzo del campeonato una defensa de tres que encajaba un número grosero de goles. Tras varios intentos sin éxito Paco Jémez volvió al equilibrio y el juego del equipo mejoró notablemente.

Pero también ha habido cosas innegociables para el entrenador del conjunto rayista como la obligatoriedad de los centrales a salir con el balón jugado. Un equipo modesto siempre se ha caracterizado por "quitarse de problemas" por la vía rápida mediante un despeje a la espalda de la defensa rival o un desplazamiento en largo buscando al delantero de referencia, pero ese no era el juego que quería Jémez. Los centrales, acostumbrados a un juego mucho más directo han tenido que aprender a no rifar la pelota y a templar sus nervios en situaciones de presión del rival. Es cierto que esta decisión ha costado algún que otro disgusto al conjunto franjirrojo pero también, y en la mayoría de ocasiones, le ha dado muchas alegrías.

Por todos es sabido que con casi toda seguridad el Rayo perderá para la próxima temporada a sus mejores jugadores. Los Leo Baptistao, Lass Bangoura o Piti harán probablemente las maletas rumbo a un destino con más “glamour”. También puede pasar que Paco Jémez siga en el banquillo rayista la próxima temporada y que su equipo no haga el juego de este año, pero tener a un entrenador así de valiente y de ideas tan claras es una garantía si no de éxito al menos de intento de él.

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