El fútbol español está de moda, o más bien lo sigue estando.
La selección española continúa en lo más alto del ranking FIFA; Barcelona y
Real Madrid son aspirantes a todo en Europa, a pesar de caer eliminados con estrépito
en semifinales esta temporada; y un enorme puñado de jugadores de nuestro país
emigran a otros lugares para engrandecer el fútbol de fuera de nuestras
fronteras.
Pues más o menos lo mismo pasa con nuestros entrenadores.
Una buena hornada de técnicos españoles está repartida a lo largo de medio
mundo, y la gran mayoría de ellos apuestan por un juego de calidad, tengan la
plantilla que tengan.
Gracias a ese trabajo, este fin de semana nos llegó una gran
noticia a los aficionados que seguimos con más o menos atención las aventuras
de estos técnicos fuera de nuestro país. El Wigan de Roberto Martínez disputó el
pasado sábado toda una final de Copa frente al club más rico de la Premier, el
Manchester City de Roberto Mancini. A pesar de que en el City también juegan
futbolistas de nuestro país como David Silva o Javi García, parece que todos
nos inclinábamos un poco más hacia el lado del pobre, del modesto, sin olvidar
que en el club de Wigan también juegan futbolistas de aquí como Jordi Gómez,
Joel, Piscu o Crusat. Y el caso es que el fútbol lo acabó premiando. Es precioso
ver cómo un equipo humilde levanta un título, y si además ese equipo apuesta
por el buen juego más aún.
Hay que destacar también la enorme confianza que se tiene en
Inglaterra con los técnicos, el agradecimiento que se siente hacia ellos cuando
hacen un buen trabajo, sea cual sea la posición final en la tabla. Y Roberto
Martínez ha disfrutado de dicha confianza durante cuatro temporadas por el
simple hecho de hacer que el equipo juegue bien. Sus temporadas, en cuanto a
posiciones en la tabla se refiere, han sido muy discretas, pero en Inglaterra
se cree en los proyectos y no en los resultados, y gracias a eso hoy por hoy el
Wigan es campeón de la FA Cup.
Roberto Martínez ha hecho un equipo campeón en sólo cuatro
años, y aunque aún deba pelear por la permanencia en la Premier esta temporada,
bastante difícil lo tiene, la afición nunca olvidará el momento en el que el
Wigan levantó la FA Cup frente a uno de los poderosos clubes de Europa.
¡Enhorabuena!
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